10 abril, 2009

Allá, donde terminam las fronteras...


Fotografia de Steve McCurry, Índia.



Allá, donde terminam las fronteras, los caminos se borran. Donde empieza el silencio. Avanzo lentamente y pueblo la noche de estrellas, de palabras, de la respiración de un agua remota que me espera donde comienza el alba.

Invento la víspera, la noche, el día siguiente que se levanta en su lecho de piedra y recorre com ojos límpidos un mundo penosamente soñado. Sostengo al árbol, a la nube, a la roca, al mar, presentimiento de dicha, invenciones que desfallecen y vacilan frente a la luz que disgrega (....)

Invento la quemadura y el aullido, la masturbación en las letrinas, las visiones en el muladar, la prisón, el piojo y el chancro, la pelea por la sopa, la delación, los animales viscosos, los contactos innobes, los interrogatorios nocturnos, el examen de conciencia, el juez, la víctima, el testigo. Tú eres esos tres. A quién apelar ahora y con qué argucias destruir al que te acusa? Inútiles los memoriales, los ayes y los alegatos. Inútil tocar a puertas condenadas. No hay puertas, hay espejos. Inútil cerrar los ojos o volver entre los hombres: esta lucidez ya no me abandona. Romperé los espejos, haré trizas mi imagen – que cada mañana rehace piadosamente mi cúmplice, mi delator. La soledad de la conciencia y la conciencia de la soledad, el día a pan y agua, la noche sin agua. Sequía, campo arrasado por um sol sin párpados, ojo atroz, oh conciencia, presente puro donde pasado y porvenir arden sin fulgor ni esperanza. Todo desemboca en esta eternidad que no desemboca.

Allá, donde los caminos se borran, donde acaba el silencio, invento la desesperación, la mente que me concibe, la mano que me dibuja, el ojo que me descubre. Invento al amigo que me inventa, mi semejante; y a la mujer, mi contrario: torre que corono de banderas, muralla que escalan mis espumas, ciudad devastada que renace lentamente bajo la dominación de mis ojos.

Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día.


Octávio Paz, Libertad Bajo Palabra, in La Centena.

5 comentários:

PAS[Ç]SOS disse...

Allá donde el paraíso se transforma en la verdad soñada, las palabras inventan los días y los caminos que recorro con la lucidez de las palabras inventadas en la fuerza de los sentimientos.

José Manuel Vilhena disse...

Uma lição lindíssima.



um beijinho

Gisela Rosa disse...

Passos, "las palabras inventan los días y los caminos". Gosto muito da língua espanhola. Tem um som encantador! Muito obrigada pela visita.


JMV, é mesmo! De repente, depois de já ter lido este texto várias vezes, fez-se luz em mim e vi que a relação entre o que Somos (interior) e e tudo o que está à nossa volta (exterior) pode ser um jogo de espelhos....só nos deixamos aprisionar por eles se quisermos ou não tivermos consciência deles...

Obrigada!

disse...

Adorei!!!
Um abraço do Porto

myra disse...

tudo, foto e texto de Octavio Paz ( que alias conheci no mexico )otimas, a foto è bastante impressionante....
beijos